Lo feo, lo malo y lo bueno del Plan de Desarrollo de Peñalosa: Liliana Castañeda

Tras la sanción del Plan de Desarrollo Distrital por parte del Alcalde Enrique Peñalosa, queda en los grandes medios y en el Concejo de Bogotá el eco de los aplausos de la aplanadora peñalosista, y en las calles aledañas un enorme inconformismo ciudadano. Para los próximos cuatro años habrá que recordar qué es lo feo, lo malo, y lo bueno de lo aprobado.
Lo feo
El proyecto de Acuerdo radicado para discusión del Concejo el pasado 29 de abril esquivó olímpicamente el debate ciudadano. Propuestas tan delicadas como la venta de la ETB, las facultades extraordinarias al Alcalde para reestructurar entidades del Distrito, los peajes urbanos, la sobretasa a parqueaderos, el pago para eximirse de pico y placa, la venta de Capital Salud (que se cayó), el cobro del alumbrado público a la ciudadanía, el reporte a Datacrédito de morosos del Distrito (que se cayó) y el desalojo de vendedores informales sin el debido proceso, llegaron empaquetados y de manera tardía al cabildo, dejando sorprendida a buena parte de la ciudadanía que no había conceptuado sobre los más de 30 “micos” que se treparon al debate.
El trámite estuvo marcado por la manera tramposa en que la administración Peñalosa burló al Consejo Territorial de Planeación Distrital como representación de la sociedad civil autorizada por la ley, y por supuesto, por la antidemocracia que reinó en el recinto durante las votaciones. Estirando el reglamento y cerrando los micrófonos a las minorías ajenas al desfile constante de concejales a reuniones paralelas en una sala contigua, todo valió para aprobar el plan de negocios.
Lo malo
Más allá del embeleco tramitado en nombre de la “felicidad para todos”, el contenido del Plan propina un golpe certero a los sectores de ingresos medios y bajos de Bogotá. Como denunció el concejal Manuel Sarmiento (http://goo.gl/Mjd7RH) viene un verdadero asalto a los bolsillos de los capitalinos, de los que tendrán que salir más de $5 billones en nuevos impuestos y contribuciones.
La de Peñalosa y los grandes capitales que lo acompañan es una auténtica feria con el  patrimonio y los derechos de los bogotanos: Se autoriza la venta de ETB con un anuncio soterrado de que vendrán más enajenaciones; se priorizan desde la administración distrital proyectos tan lesivos como Ciudad CAN, que de realizarse cercenaría a la Universidad Nacional y al Parque Simón Bolívar, o Ciudad Norte, que arrasaría la reserva Thomas van der Hammen, mientras las apuestas de producción de vivienda social brillan por su ausencia; el ahogamiento financiero de la Universidad Distrital se hace norma; se entregan temas tan delicados como la construcción de infraestructura hospitalaria y la atención de primera infancia en Alianzas Público Privadas; peligran los Cerros Orientales con el famoso sendero para ver venados; se abandona por completo una política de desarrollo industrial; y por supuesto, se incluye a regañadientes un metrico que alimentaría a Transmilenio, mientras se ordena hacer troncales prácticamente por todos lados.
Lo bueno
Entre tanta artimaña de la administración que dejó a la academia, los gremios y distintos sectores de la ciudadanía fuera de la discusión, así como las aplastantes mayorías de las filas santistas, uribistas y vargaslleristas que permitieron a Enrique Peñalosa imponer un Plan de Desarrollo contra las inmensas mayorías de la ciudad, algunos sectores lograron que los ojos de la administración se volcaran sobre ellos. Un buen ejemplo de ello es que, aunque fuera solo de dientes para afuera, se incluyeran sedes para la cinemateca y la orquesta filarmónica. El resto ha ido despertando ante el peor Plan de Desarrollo de la historia de la capital, y se va unificando poco a poco.
La ciudad amanece un poco más maltratada, pero los bogotanos estamos más conscientes de que es uniendo voluntades y movilizándonos que lograremos recuperar los derechos arrebatados por este alcalde y muchos otros similares que han venido antes que él. Es nuestro turno de movilizarnos porque sabemos quién es Enrique Peñalosa y qué intereses representa. En las calles tendremos que poner nuestra indignación, pero también nuestra alegría, para darle un vuelco a la historia de la ciudad.
Liliana Castañeda
Miembro de Contracorriente

Lo feo, lo malo y lo bueno del Plan de Desarrollo de Peñalosa

Por Contracorriente
Tras la sanción del Plan de Desarrollo Distrital, queda en los grandes medios y en el Concejo de Bogotá el eco de los aplausos de la aplanadora peñalosista, y en las calles aledañas un enorme inconformismo ciudadano.

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