Decidir y no elegir. No a la venta de la ETB: Esteban Guerrero

   "Los servicios públicos son inherentes a la finalidad social del Estado. Es deber del Estado asegurar su prestación eficiente a todos los habitantes del territorio nacional. Los servicios públicos estarán sometidos al régimen jurídico que fije la ley, podrán ser prestados por el Estado, directa o indirectamente, por comunidades organizadas, o por particulares. En todo caso, el Estado mantendrá la regulación, el control y la vigilancia de dichos servicios”.
    De esta manera puntualiza la Constitución Política de Colombia, en su artículo 365, la finalidad social del Estado. Si bien, en principio se lee de una manera garantista, también da cabida a una lectura que hoy posibilita el desarrollo profundo de la política neoliberal. Ejemplos como la venta de ISAGEN hace un par de meses, o el proceso de venta de la ETB en Bogotá así lo demuestran. 
    La ETB, empresa de telecomunicaciones, hace parte hoy del patrimonio de los bogotanos, quienes tienen, a través del distrito, el 88.4% de las acciones. Esto hace que sea una empresa pública, la cual emana la mayoría de sus ganancias a la ciudad y por ende a sus ciudadanos. Este factor se convierte en el motivo principal del debate en el distrito, pues, la propuesta tramitada mediante el Plan de Desarrollo de Bogotá por parte del Alcalde, Enrique Peñalosa, contempla la venta de esta empresa.
    En el ámbito formal, la venta de la ETB tiene que a travesar por una serie de pasos, unos más relevantes y determinantes que otros. Sin duda alguna, la aprobación por el Consejo Distrital es crucial, pues, después de éste la venta es prácticamente cuestión de meras solemnidades. De esta manera, el lunes 1 de junio, la enajenación de la ETB fue aprobada por el Consejo Distrital con un total de 31 votos. Sin embargo, pese a que la aprobación se dio por el cuerpo electo popularmente y que es representante de la ciudad, la decisión no fue aceptada, por el contrario son muchos los reparos que desde la ciudadanía se reflejan y que vislumbran aún un largo debate en torno a este tema.
    La alcaldía, encabezada por Enrique Peñalosa , argumenta que la venta de la ETB debe hacerse dado que la misma no genera las ganancias suficientes que necesita la ciudad, a su vez aluce a que la anterior administración, alcaldía de Gustavo Petro, dejó a la ciudad con unas finanzas irrisorias y que por lo tanto es necesario generar presupuesto, agrega que con el dinero captado de la venta de la ETB podrán realizarse inversiones hoy necesarias para la ciudad.
    Sin embargo, como el mismo alcalde lo menciona gran parte se destinaria a troncales de Trasmilenio, aspecto polémico dado las ultimas determinaciones frente a la construcción del metro en la capital. Como estos, se esgrimen algunos otros argumentos hoy rebatidos por concejales, expertos, y un amplio sector de la ciudadanía dentro de la cual se encuentran los trabajadores de la ETB.
    Antes de mencionar algunos de los reparos que ha suscitado la venta de la ETB, es importante tener presente que hace ya 15 años, durante la primera alcaldía de Enrique Peñalosa también se dio el intento por vender esta empresa, sin embargo, los contextos han cambiado, pues, para esta época la Empresa de Teléfonos de Bogotá contaba con una tecnología no competitiva, muy alejada de lo que hoy es la ETB, una empresa con fibra óptica, televisión de alta definición e incursionando en la telefonía móvil.
    Dentro de los argumentos para detener la venta de la ETB se encuentra la falta de estudios, esta afirmación la hace en primera instancia la Contraloría, sin embargo, poco a poco la van alimentando otros sectores de la sociedad; se denuncia que el distrito no ha presentado un estudio riguroso de los escenarios posibles ante la venta o no de la ETB. De esta manera puede afirmarse que la venta de la ETB más allá de no tener estudios, carece de una valoración analítica. Es decir, que el distrito debe presentar un informe en el que valore escenarios donde la ETB se capitalice, consiga un socio estratégico o sea vendida.
    Este aspecto técnico y analítico debe hacerse con base al presente y proyecciones futuras, pues, lo que hasta el momento ha hecho el alcalde es argumentar sus acciones a partir de resultados y balances negativos de las administraciones pasadas. A ello agrega a sus argumentos la necesidad de invertir en otros sectores los posibles recursos a recaudar.
    A partir de lo anterior se denota que la venta de la ETB no ha tenido una valoración técnica y responsable, y que por el contrario obedece a una visión neoliberal en la que la enajenación de lo público es la regla general. Es importante tener presente que el argumento para establecer que hoy el distrito no tiene los recursos para hacer de la ETB una empresa competitiva es falso, pues, la inversión sobre la ETB ya se efectuó y de lo que debe ocuparse la administración capitalina es de culminarla de la mejor forma.
    Si bien, se logran desprenderse varios argumentos en contra de la venta de la ETB, unos técnicos y otros jurídicos, la verdadera discusión hoy está en lo políticos, pues, pese a existir un inconformismo de la ciudadanía, de celebrarse múltiples manifestaciones de rechazo a la medida, la alcaldía ha hecho caso omiso, de hecho ha desalojado a los manifestantes de manera violenta mediante el uso del ESMAD.
    Es por ello que debemos retomar el debate sobre la democracia, es necesario profundizarla y llevarla a su máxima expresión. Para ello es importante tener claro que la democracia no es el derecho a elegir, como no lo han enseñado, la democracia, inventada por los griegos, viene del demos, pueblo, y del kràtos, gobierno, lo cual nos lleva a interpretar que el gobierno debe estar en manos de la gente, quienes deben poder desarrollar sus plenas facultades como ciudadanos. En ese orden de ideas, la democracia es el derecho a manifestarse, a oponerse, pero por sobre todo a elegir.
    De todas maneras, con la venta de la ETB no solo se está vendiendo el patrimonio de los ciudadanos, también se está ante una visión reducida de democracia en la que no se les deja decidir. Claro, es preocupante vender una empresa que al día de hoy se potencia con altos niveles tecnológicos, causa intriga saber que se hace aún sin contar con estudios serios, responsables y con una serie de irregularidades en su proceso, pero lo realmente preocupante es saber que se le arrebató el derecho de decidir a la ciudadanía, y ojo, si nos seguimos creyendo el cuento que la democracia es elegir, nos van a vender todo y si hoy fue la ETB mañana será las represas de agua de Bogotá, como ya lo anuncio el alcalde Enrique Peñalosa.

Decidir y no elegir. No a la venta de la ETB

Por Esteban Guerrero
"Los servicios públicos son inherentes a la finalidad social del Estado. Es deber del Estado asegurar su prestación eficiente a todos los habitantes del territorio nacional. Los servicios públicos estarán sometidos al régimen jurídico que fije la ley, podrán ser prestados por el Estado.

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