El Plan Distrital de Desarrollo (PDD) está imbuido en un lenguaje de eficiencia y conocimiento gerencial y administrativo que sirvió, por ejemplo, para justificar las desmedidas facultades especiales que pedía el alcalde al comité del Concejo. Aún más, el PDD asume la autoridad de vender la ETB como una parte de las necesidades administrativas y gerenciales de la Ciudad. De este modo una jugada administrativa evade el canal genuinamente democrático. peña16 |
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